En los recibidores conviene colocar un estante o mesa con una profundidad no mayor a 40 cm, de modo que siempre existan unos 90 cm libres para que los ocupantes de la casa e invitados puedan transitar sin inconvenientes. Se puede agregar una repisa vacía bolsillos y un perchero de pie, aunque será mejor no saturar este rincón de bolsos y abrigos.
Si el recibidor es amplio, conviene buscar un sillón o taburete y colocar una alfombra que delimite el espacio. El estilo del recibidor deberá estar en la misma línea que la sala, porque es parte de la casa. Se puede iluminar con lámparas de mesa, lámparas de pie o una luminaria colgante.
Un elemento esencial para agregar profundidad y luz es un espejo. Este deberá ir en una pared sobre la mesa, consola o repisa, y nunca enfrentado a la puerta de entrada, pues puede crear confusión. Por último, es ideal agregar acentos de color con macetas o jarrones. Los percheros ayudan a mantener todo en orden y a crear espacios funcionales.